La circulación del Material Histórico fue reglamentada por RENFE en 1998 mediante una norma técnica (NTC-054) en la cual se regulaban las revisiones y mantenimiento que tenía que efectuarse a los vehículos históricos que quisieran circular por la Red de Interés General.
En esta normativa se establecían una serie de intervenciones para el material histórico operativo, cada tres meses, cada dos años, cada cuatro años y cada 12 años. La revisión de los 12 años se trata de una intervención tipo R (levante completo del vehículo) adaptada a los vehículos históricos. Así mismo, cuando se creó esa norma se realizó un listado completo de los vehículos operativos en aquel momento, poniendo sus contadores de revisiones a 0.
Transcurridos 12 años de la creación de esta norma, TODOS los vehículos históricos que estaban incluidos en esa lista han visto como su R ha caducado, por lo que no se puede circular con ellos.
Por otra parte, tras la separación de Renfe y Adif, debería haberse redactado una nueva normativa para la circulación del material histórico, adecuada a la nueva Ley del Sector Ferroviario. Trascurridos dos años desde su promulgación, finalmente, el Ministerio de Fomento, asesorado por un grupo de expertos, ha tomado la iniciativa de redactar durante los años 2009 y 2010 un nuevo reglamento que regula la operación y mantenimiento de los trenes históricos, estando pendiente hasta la fecha su publicación (aunque se anunció que estaría publicada en primavera).
En esta nueva normativa, según parece, se regulan unos nuevos plazos para las revisiones, lo que permitiría volver a circular con el material que actualmente tiene la revisión caducada, sin realizarle ninguna intervención.
Independientemente de que con la nueva normativa podamos volver a circular con la 7702 y con los coches durante dos o cuatro años más, el problema principal persiste, y es el alto coste de la realización de una revisión tipo R, que se hace imprescindible para poder cumplir la normativa de circulación.
Desde la AZAFT se están haciendo diferentes gestiones tanto con Siderúrgica Requena para los coches, como con Renfe Integria para la locomotora, para estudiar y presupuestar las diferentes revisiones que tarde o temprano vamos a tener que realizar si queremos seguir circulando, para, con esos datos, salir a buscar la financiación necesaria.
Por el momento, el futuro no es muy halagüeño para el material histórico puesto que hace falta una cantidad ingente de dinero para poder revisar todo el material que está con sus ciclos de revisión caducados, y con la coyuntura económica actual y, sobretodo, con la poca sensibilidad y pocas facilidades que se dan en España para los patrocinios y mecenazgos se hace muy difícil conseguir fondos para afrontar las revisiones.
Lucharemos para mantener el espíritu de los trenes históricos.