EL FERROCARRIL ANDORRA – ESCATRÓN
El ferrocarril con sus locomotoras de vapor fue un soporte fundamental que hizo posible la llamada «Revolución Industrial». La última línea de ferrocarril construida en la provincia de Teruel fue la que se destinó a llevar el carbón de la cuenca minera de Andorra hasta Escatrón, para ser quemado en su central térmica. La Empresa Nacional Calvo Sotelo construyó de 1947 a 1953 esta línea, que partiendo de Andorra y pasando por Samper de Calanda llegaba a Escatrón.
Una de las mayores curiosidades de esta línea propiedad de ENDESA fue su parque de locomotoras de vapor. En la década de 1950 compraron una locomotora marca Baldwin fabricada en 1920 en Filadelfia para la azucarera de Tudela, una locomotora tipo Pacific de los Ferrocarriles Andaluces, dos Mikados de RENFE, dos locomotoras alemanas de la marca Jung (la Andorra y la Escatrón), y por último se encargó la Samper a la Maquinista Terrestre y Marítima de Barcelona, construida expresamente para esta línea en 1958, siendo la última locomotora de vapor construida en España.
ENDESA siempre ha procurado que se conserve su historia ferroviaria, para ello ha seguido una política de cesiones a diferentes entidades culturales. La Samper está cedida a la Escuela de Ingenieros Industriales de Zaragoza, la Pacific de Andaluces y la Mikado 2416 están cedidas a la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, la Andorra se encuentra expuesta como pedestal en el municipio de Andorra, y la Baldwin, la Escatrón y la Mikado 2124 están cedidas a la Diputación Provincial de Zaragoza. La Baldwin y la Escatrón se encuentran en estado de marcha realizando trenes históricos, quedando por restaurar la Mikado 2124.
Estas tres últimas locomotoras, junto a otras de vapor que se pudieran reunir, formarían parte de la visita dinámica al Museo del Transporte y la Comunicación, pudiendo realizar viajes especiales con ellas, incluso recorridos turísticos que enseñen las maravillas que esconde Aragón. La tracción vapor es la gran desconocida de los jóvenes a pesar de que fue el gran motor del ferrocarril durante sus inicios. Un Museo está obligado a enseñar este sistema de tracción a las nuevas generaciones que no han podido vivirlo.