ZARAGOZA UNA CIUDAD TRANVIARIA
El tranvía vuelve a surcar las calles zaragozanas. La inauguración, el día 19 de marzo de 2011 de la primera fase de la línea 1, ha cerrado un periodo de 35 años sin carriles en la ciudad.
El 23 de enero de 1976 fue el último día en el que circularon tranvías de forma regular en España, siendo la ciudad de Zaragoza el último bastión de este medio de transporte público. A partir de esa fecha, a modo testimonial, siguieron funcionando dos líneas turísticas, el Tranvía Blau en Barcelona y la línea que une Sóller con el puerto, en la isla de Mallorca. Estas líneas, que nacieron con vocación de servicio público, han terminado por convertirse en un atractivo turístico debido a que no han renovado su material móvil, lo que ha mantenido intacto el romanticismo del comienzo del siglo XX.
Desde su inauguración en el año 1885, el Tranvía en Zaragoza siempre gozó de una gran aceptación popular. La expansión de la ciudad fue emparejada con la ampliación de la red de tranvías, sirviendo esta última como vertebradora de los barrios de nueva creación. En su apogeo, la red llegó a contar con dieciséis líneas de tranvías y tres de trolebuses, siendo la compañía Los Tranvías de Zaragoza S.A. modelo de eficacia en la gestión de la red. Sus directivos, pertenecientes a la influyente familia zaragozana de los Escoriaza, estaban en conexión directa con la factoría Material Móvil y Construcciones (Antiguos talleres Carde y Escoriaza), que probaba en la red de la ciudad todos los modelos que luego vendía a diferentes redes (Cádiz, Tolosa, Barcelona, etc). Más de 200 tranvías repartidos en diferentes series formaron la flota zaragozana, haciéndola muy atractiva para aficionados de todo el mundo, que visitaron la ciudad y fotografiaron sus vehículos.
Es en la década de 1960 cuando en España comienza el declive de las redes tranviarias. El nacimiento de la Pegaso, apoyada por Franco, y el aumento de los vehículos privados en circulación en las ciudades, unido a la falta de renovación de las flotas e infraestructuras durante los años de escasez de la posguerra, convirtieron al tranvía en un medio de transporte obsoleto y decrépito, que no casaba con la falsa idea de modernidad de la España de los sesenta.
Zaragoza, con una larga tradición tranviaria, alargó la agonía de su red tranviaria, quedándose a las puertas de su completa renovación. Las luchas entre las diferentes familias influyentes de la ciudad, que apostaban por implantar medios de transporte diferentes para los nuevos barrios obreros, unido a una fuerte campaña en contra del tranvía llevada a cabo por el principal periódico de la ciudad, el Heraldo de Aragón, con la inestimable ayuda de los informes falsos contra el tranvía emitidos por los servicios técnicos municipales, forzó la paulatina clausura de la red.
La última línea que quedaba en servicio en 1975 (11 Parque – San José) aguantó durante un corto periodo de tiempo más, ya que la sustitución de tranvías por líneas de autobús fue progresiva. Pero la equivocada decisión de su eliminación ya estaba tomada por el Ayuntamiento y el 23 de enero de 1976 desaparecían los tranvías de Zaragoza, siendo el último tranvía en entrar en cocheras el número 302.
La evolución desarrollada en Francia, redefiniendo todos los parámetros de las redes tranviarias e inventando el concepto de Metro Ligero, ha demostrado que la eliminación de los carriles en Zaragoza fue un error, por suerte ya subsanado. Coincidiendo con el 125 aniversario de la primera línea de tranvía de caballos de Zaragoza, este medio de transporte vuelve a habitar en las calles de la ciudad. 34 años después del desmantelamiento de la red, Zaragoza vuelve a contar con un servicio de tranvía moderno, con previsión de expansión en los próximos años.