El pasado día 12 de febrero, la AZAFT visitó las instalaciones de Los tranvías de Zaragoza.
Tras fijar el punto de encuentro en la parada de Los Olvidados, el grupo descendió hasta las cocheras de Valdespartera siguiendo parte del recorrido de la línea, para así poder observar éstas desde su parte posterior. Después de identificarnos convenientemente fuimos recibidos por Ignacio Iraburu, que tras invitarnos a la sala de reuniones pasó a explicarnos diversos aspectos de la red actual del tranvía con datos que a más de un socio le resultaban desconocidos.
Posteriormente y después de una intensa ronda de preguntas, Iraburu nos llevó al alma del tranvía, el puesto de control central (PCC). Desde ahí se controlan todos los detalles de la red, desde la posición de cada tranvía o el estado de la catenaria hasta cualquier incidencia que pudiese surgir para poder corregirla en tiempo real. Mientras estuvimos en el PCC seguimos uno de los tranvías (que nos sirvió de ejemplo) y observamos cómo era su comunicación con el resto de la red a través de las múltiples pantallas instaladas, en la que cada una muestra diferentes aspectos tanto del tranvía como de las instalaciones fijas. Una vez acabadas las preguntas de rigor pasamos a la última parte de la visita.
Ésta no fue otra que los talleres donde se revisan y mantienen los tranvías. Aunque en la red de Zaragoza existen dos cocheras (Valdespartera y Parque Goya), la cochera principal es la de Valdespartera, en la que se centralizan todos los servicios que afectan al material, quedando la otra relegada a un segundo plano. Una vez dentro del taller de nuevo las preguntas se hicieron imprescindibles e Iraburu con infinita paciencia fue respondiéndolas. Una de las herramientas que más llamó la atención de los socios fue el torno y el sistema que éste tiene para posicionar el tranvía en su posición. Los bogies desmontados también fueron un punto de encuentro de los socios, ya que son partes que por su ubicación dentro del tranvía no están tan accesibles como lo estaban en el taller, aunque los distintos elementos que había esparcidos por el resto de la zona de trabajo fueron mirados también con mucha atención.
Para finalizar la visita pasamos a la playa de vías, lugar donde se estacionan los tranvías cuando no prestan servicio o no están en el taller. Al haber pasado ya dos horas desde que se empezó la visita, pudimos ver 3 tranvías estacionados, puesto que ya se entraba en el horario valle y no son necesarios tantos tranvías para el funcionamiento de la red.
Con la toma de una foto de grupo en la puerta de las cocheras terminamos la visita a las instalaciones de Los Tranvías de Zaragoza. Sólo queda agradecer a Iraburu y a todo el personal con el que nos encontramos la amabilidad y el trato recibido durante la visita, que esperemos sea el inicio de una amplia colaboración entre la AZAFT y Los Tranvías de Zaragoza.